Pues resulta que a estas alturas de la vida ya podemos ir diciendo que se nos está yendo por las cañerías el 2013. Ya ven. Seguro que el pasado 1 de enero, cuando estrenamos este año que se nos va de las manos, ninguno de ustedes imaginaba llegar así. O quizá sí. Quién sabe. En mi caso, al menos, me veía de otro modo. Fíjense que llegué a imaginar (iluso, en su primera acepción en el RAE, o quizá ilusionado, en su tercera acepción) que acabaría este año con algún trabajito. Pero bueno, no hemos llegado hasta aquí para hablar de negocios. Vayamos a la letra: a la T de habitáTculo. Este post, que pretendo sea breve, solo es una forma pequeña y sencilla de agradecerles muy mucho que durante los últimos 6 meses y pico se hayan decidido a pasear por aquí. De verdad. Creo que solo es posible entender un blog como una conversación. Si, por lo que fuera, este espacio digital se convirtiera algún día en un monólogo lo acabaría cerrando. Pero de momento me alegra poder decir que sois muchos los amigos que os pasáis por aquí. Hay incluso seguidores que no conozco que han decidido leer esta ventolera de optimismo escondido. Y, bueno, eso siempre ilusiona: Saber que lo que intentas comunicar, de algún modo, tiene su respuesta. Esa, ya digo, debe ser la base y la mayor potencialidad de un blog como éste. Y espero que dure lo máximo posible, porque les puedo asegurar que éste que tienen delante es casi el único proyecto con el que, de cuando en cuando, uno se siente satisfecho y completo.
En estos 6 meses y pico este habitáTculo ha visto cómo se creaban 27 textos (28 con éste). Algunos, debo reconocer, auténticos ladrillitos que (intuyo) solo he disfrutado yo con su lectura (aunque, sobre todo, con su escritura). Pero es lo que tiene ser tu propio editor: solo tú decides de qué te interesa hablar. Y algunas veces compruebas, con datos, que lo que te interesa a ti no le interesa a la mayoría. Y eso de algún modo también es muy bueno. 28 textos. Ya leen. Y, de momento, sigo cumpliendo con ellos semana tras semana. El día del espectador (siempre los primeros minutos de un nuevo miércoles) ha dado de sí. Y si en el post inaugural de aquel 1 de mayo, día del trabajador, prometía incluir alguna entrevista o algún reportaje, al final he conseguido sacar cinco textos de ese tipo. Por aquí han pasado Paskual Kantero o Paco Nadal, de los que he procurado aprender con menos de una docena de preguntas. Y es que la entrevista solo tiene sentido si quien habla te da pequeñas claves o detalles para tratar de entender el día a día de esta vida que nos ha tocado vivir. El espacio analógico y digital ya está bastante completo de voces vacías como para seguir engordándolo desde aquí. Y, por cierto, esas entrevistas solo han sido posibles porque el amigo Pablo Pintado se decidió en su día a acompañarme para hacer unas fotografías que, creo, suponen el punto de apoyo gráfico perfecto para cuadrar y dar sentido al texto. Sin ellas (sin él) no creo que tuviese mucho sentido seguir haciéndolas. En cuanto a los reportajes (sencillos, y muy de andar por casa) también he conseguido editar tres: Sin poesía no hay ciudad, Panorámica veraniega de Bruselas y Postcard politics. Ya saben, la idea de este blog era hacer textos simples como el mecanismo de un botijo. Y ahí están esos tres reportajes que, para un servidor, han significado mucho. Primero, porque suponen levantar acta emocional de un determinado momento. Segundo, porque (como todo texto) supone también el reto de enfrentarte al espacio en blanco e intentar vencerlo a base de mancharlo en letras. Y ahí, creo, está la otra gran clave de éste blog: escribir-te como un buen ejercicio para seguir en forma. Continuar machacando el músculo para que no se atrofie.
Y bueno, del resto, ya lo saben: algunos relatos y poemas, y mucha opinión. Así que para el próximo 2014 seguiremos por aquí porque esta conversación sigue viva. Es más, pretendo sumar a este blog un par de nuevos espacios que, creo, pueden resultar interesantes. Así, contaremos con nuevas categorías de textos para seguir siendo un hacedor de. Eso sí, será ya a partir del 15 de enero del ’14. De momento ahora toca poner en barbecho el blog y seguir justificando esa T de habitáTculo. ¿Nos leemos a la vuelta?.